martes, 24 de abril de 2012

Historias de verano


Los cuadernos de viajes son, desde hace siglos, un instrumento valioso (precursor de la cámara fotográfica) de  para los artistas ya que servían además de registro de todos aquellos apuntes y bocetos susceptibles de ser empleados posteriormente en su obra, como autenticas obras en si mismos, ya que poseían una unidad temática y técnica. Incluso se sumaba la cualidad de diario ya que el registro cronológico de la parte gráfica se enriquecía con apuntes escritos más o menos personales e íntimos. 
Tuvieron una época dorada en el romanticismo, ya que proliferaron en aquella época los artistas viajeros que buscaban en lugares recónditos aquellos paraísos que sus propias ciudades les negaban.
Una tradición que hoy, lejos de haber muerto, sobrevive y enriquece la experiencia en el momento del viaje y sobre todo en el recuerdo.

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